sábado, 26 de mayo de 2018

"Why privacy matters?"

Hoy en esta entrada voy a hablar sobre la conferencia de Glenn Greenwald titulada "Why privacy matters?" ("¿Por qué importa la privacidad?"), que hemos visto en clase. Tiene mucha relación con el post anterior en el cual analizábamos las cámaras del campus y sus funciones, en las cual opinaba que podrían ser controladoras de la población.

Greenwald afirma que nos comportamos libremente cuando nadie mira, pero si descubrimos que lo están haciendo automáticamente sentimos vergüenza y humillación. Se habla del caso de Snowden que mostró cómo Internet se había convertido en una vigilancia indiscriminada. Para justificar que la privacidad no es tan importante, se utiliza una visión reduccionista de dos tipos de personas en el mundo, categorizándolas en las buenas, que no tienen que preocuparse por la vigilancia porque no tienen motivos ni nada que esconder; y las malas, que son aquellas involucradas en la violencia, el crimen, o el terrorismo, y que deben preocuparse porque les vigilen. 


El director de Google en 2009 afirmó si estás haciendo algo que no quieres que los demás sepan tal vez en primer lugar no deberías estar haciéndolo. Esto refleja una mentalidad falsa pues quién es más afirman que la privacidad no es importante, realmente no lo creen y en sus vidas protegen su privacidad. Mark Zuckerberg de Facebook, en 2010, también declaró que la privacidad ya no es una norma socia,l mientras él en su hogar procura protegerse de los ojos de los demás. 

A pesar de ser animales sociales y negar la necesidad de privacidad, los seres humanos necesitamos momentos y lugares de intimidad para ser libres de los juicios de los demás y comportarnos libremente, de forma que todos tenemos algo que esconder y no necesariamente tiene que ser algo malo, sino que tal vez no sea lo socialmente correcto o normal o va en contra de lo establecido. Cuando pensamos que nos observan, nuestro comportamiento cambia radicalmente y se vuelve más conformista y complaciente, con el objetivo de cumplir las expectativas sociales o de otras personas que nos vigilan. 



Con la invención del panoptic,o se dieron cuenta de que se podía controlar el comportamiento humano y se podía implantar en diferentes ámbitos como cárceles, escuelas, hospitales, fábricas y lugares de trabajo. La vigilancia crea prisiones en las propias mentes, por lo que no hace falta recurrir al castigo ya que las personas se autocontrolan. Dice que una sociedad en la que las personas están constantemente vigiladas por cámaras es una sociedad en las que las personas son complacientes, obedientes y sumisas, sistema mas anhelado por los tiranos.
Es importante que exista privacidad para que podamos vivir libremente desarrollar la creatividad yla exploración, y que la disidencia y las actitudes inconformistas no sean mutiladas.

Las personas que buscan privacidad no tienen porqué ser personas malas y no tienen que estar haciendo malos actos, simplemente quieren vivir libremente. Asimismo se envía un mensaje en el que si eres sumiso y no te enfrentas al sistema no tendrás nada de que preocuparte, pero si haces lo contrario, entonces serás perseguido. 

No solemos ser conscientes de lo controlados/as que estamos ni que la privacidad es parte de nuestros derechos. Nos hacen creer que no es importante y que, en realidad, significa compartir. No obstante, todo eso que "compartimos" está siendo apropiado por diferentes empresas que se lucran a nuestra costa. Nos intentan verder un mundo ideal en el que todos y todas estamos conectados y nuestra vida es más fácil, pero en realidad pienso que, poco a poco, a través de las nuevas tecnologías están suprimiendo nuestra libertad en diferentes ámbitos. Hemos de darnos cuenta y adoptar actitudes de resistencia. Como adición a esta idea, rescato la cita de Rosa Luxemburgo utilizada por el conferenciante:




sábado, 12 de mayo de 2018

Reconocimiento facial: ¿se puede evitar?

Dentro del taller de ciudadanía digital, nos hemos interesado por el tema del reconocimiento facial de las cámaras. Por tanto, Aingeru nos propuso llevar a una de las sesiones maquillaje para comprobar si se puede evitar.

Nos basamos en unas fotos que nos propuso el profesor para tratar de maquillarnos de forma que la cámara no detectase nuestro rostro. 





Entonces, nos pusimos a ello e íbamos comprobando con el móvil si lo conseguíamos o no. Por su parte, Aingeru llevó su cámara reflex para hacernos fotos y comprobar si se obtenía el mismo resultado que con un teléfono móvil. En mi caso, yo me deje maquillar durante toda la sesión por mis compañeras, ya que no lo conseguíamos y probamos diferentes opciones. En un primer momento, no habíamos entendido muy bien el ejercicio y me empezaron a dibujar una mariposa en la cara, que era simétrica y, por tanto, no conseguimos el objetivo. Al ver que otras compañeras estaban utilizando los ejemplos asímetricos de los modelos, decidimos copiarles y pasaron a pintarme media cara de un estilo y la otra media de otro. No obstante, tampoco logramos que se dejara de reconocer, al menos en el móvil de Lamy, que se trataba de un iPhone. 


Al parecer, las cámaras de los distintos dispositivos cuentan con tecnologías diferentes, de forma que algunas tienen mejor rendimiento en cuanto al reconocimiento facial. Al resto de compañeros/as también les supuso una tarea complicada conseguir que las cámaras no detectasen su rostro. Como dato curioso, el profesor nos informó de que el reconocimiento facial no suele funcionar en personas negras porque se trata de una tecnología que fue diseñada para pesonas blancas.

Estos fueron algunos de los resultados del experimento:








Como conclusión final, se puede añadir que nos encontramos muy expuestos con la tenología y que constantemente ponemos nuestro cuerpo frente a las cámaras, sin saber que detrás podría haber alguien. Las propias cámaras ya nos identifican y cada vez su tecnología mejora y los sistemas de reconocimiento se van haciendo más precisos. Tenemos que pararnos a pensar si son ventajas todo lo que trae esta tecnología o si también tienen alguna intención controladora sobre la población. Si incluso el mismo director del FBI en 2016, James Comey, reconoció que tapaba su cámara, deberíamos preguntarnos qué verdaderas intenciones podría haber.

En último lugar, me gustaría agregar que personalmente esta sesión fue muy divertida y desestresante en el momento académico que estábamos viviendo. Todos y todas nos lo pasamos muy bien y considero que aprendimos mucho de este modo.





domingo, 6 de mayo de 2018

"La ilusión de una vida sin internet"

En esta ocasión, vengo a hablar de un artículo que nos han propuesto leer titulado "La ilusión de una vida sin internet", de Evgeny Morozov (2017). 


El autor comienza explicando que cada vez son más los países que reivindican leyes que establezcan el "derecho a la desconexión". Este está planteado como medidas laborales tales como no contestar a correos de trabajo fuera del horario. No obstante, el autor defiende que no sólo está implicado el ámbito laboral y, por lo tanto, debería afrontarse desde una perspectiva mucho más amplia. De esta manera, se expone cómo, al estar conectados a la red, proporcionamos nuestros datos personales a diferentes compañías e instituciones, que se aprovechan de ellos.

Para escapar de esta última realidad, sin emargo, no se proponen medidas legales. Muchas veces, cuando las personas "desconectan" invierten el tiempo en otras plataformas como las redes sociales, diseñadas, degún Morozov, para provocar una dependencia en las personas, que están expuestas. Aunque evitemos que las empresas para las que trabajamos dejen de lucrarse a costa de nuestro libre, otras empresas se beneficiarán de él cuando les proporcionamos nuestros datos.

El autor explica que hasta que no desarrollemos otra economía de las comunicaciones digitales, no podremos realmente desconectarnos a no ser que paguemos un precio, pues el desconectarse se ha convertido en un servicio que se comercializa de diferentes formas como aplicaciones de mindfulness o los cada vez más numerosos campamentos de desintoxicación de Internet.

Como conclusión y respuesta al problema, quisiera destacar una de sus frases: "Para que el derecho a desconectar tenga verdaderamente contenido debe estar vinculado a una visión mucho más amplia y radical sobre qué hacer para que una sociedad con esa riqueza de datos conserve ciertos elementos esenciales de igualdad y justicia". 

Considero que, de no haber leído este artículo, no me habría dado cuenta de esta otra cara de la conexión.Es un tema que considero que hubiera sido interesante que en el programa de "Conectados" (del que hablé en la entrada anterior), lo comentasen. En ese documental se veía a las personas enganchadas a Internet, muchas de ellas adictas, llegando incluso a acudir a terapia. Puede que la adicción sea uno de los objetivos de las empresas que comercializan con nuestros datos, tal y como afirma el autor, y que las personas de a pié no somos más que peones en la sociedad, que debemos estar controlados y no reivindicar nuestros derechos. Mientras tanto, proponen medidas que hacen que pensemos que son revolucionarias y velan por nuestro bienestar, para que no nos quejemos de la situación y podamos seguir al rebaño, como decía Nietzsche.

Referencias: 
Morozov, E. (2017). La ilusión de una vida sin internet. El País. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2017/02/24/actualidad/1487959938_635412.html.

domingo, 29 de abril de 2018

Documental: Conectados

En relación con la entrada anterior y siguiendo con el taller de ciudadanía digital, hoy quiero hablar sobre un documental que vimos en clase sobre la adicción a las nuevas tecnologías, en especial al teléfono móvil, titulado "Conectados" y presentado por Jordi Évole.

En este documental muestran lo enganchados/as que estamos al teléfono móvil y a las redes sociales a través de relatos y entrevistas a otras personas.Vivmos constantemente pendientes de lo que está pasando en la pequeña pantalla y cada vez más nos evadimos de lo que está pasando en nuestro entorno próximo. En algunos casos, las personas se llegan a obsesionar demasiado con el teléfono móvil y con su propia presencia en las redes sociales, tratando de dar una imagen a través de este recurso y demostrar que uno/a tiene muchas amistades, vive muy bien y está actualizado/a con las nuevas tecnologías. Esto, en muchas ocasiones, puede agravarse y llegar a la adicción, haciendo que la persona termine viviendo en un mundo a parte preocupándose solamente del teléfono móvil y sin poder despegarse de él.



En primer lugar, aparece la historia de una joven adolescente que muestra su adicción al móvil y más concretamente a las redes sociales. Se la retrata como a una persona narcisista que pasa la mayor del tiempo sacándose fotos posando, que luego sube a su cuenta personal de Instagram. En este tipo de redes sociales, el porcentaje mayor de las fotos que suben los jóvenes son de ellos/as mismos/as en situaciones agradables. Sólo mostramos lo que queremos que los demás vean, haciendo ver que tenemos una vida rozando lo idílico, cuando puede que no sea así. Creo que, en parte, las redes sociales las utilizamos para crearnos una identidad que refleja únicamente lo mejor de nosotros/as mismos/as (sea verdad o no) y, muchas veces sentimos la necesidad de ocultarnos tras ella para protegernos de la realidad. También, la dependencia surge hacia la opinión pública, basando nuestra autoestima en la cantidad de "me gustas" que recibimos por publicación. No creo que subamos tanto fotos por el hecho de "compartirlas" como tal, sino para intentar demostrar al resto que somos personas socialmente reconocidas y no nos sentimos solas.


En la entrada anterior, comenté que a menudo el teléfono es una herramienta que empleamos para sentrinos socialmente seguros, en situaciones que podríamos considerar incómodas como el establecer una conversación con personas en las que no tenemos tanta confianza. Ello puede deteriorar las relaciones interpersonales, cuya calidad podría bajar significativamente si siempre "nos escondemos tras el cascarón". También pienso que se ve cada vez menos gente disfrutando de la soledad en las calles. Pocas veces se ve a personas solas, especialmente jóvenes, sentadas en un banco sin hacer nada o en una cafetería sin un móvil entre las manos. Parece como si tuviéramos miedo a estar solas y necesitáramos pendientemete aparentar que estamos a gusto con nosotros/as mismos/as. Sin embargo, pienso que hay una gran diferencia entre estar solo/a y sentirse solo/a. Una persona puede disfrutar de su soledad pero no sentirse sola. En cambio, muchas personas que, a  aparentan tener un gran número de amistades en las redes, podrían estar sintiéndose solas si no trabaja las relaciones más allá de las redes. Aún pervive, además, un sentimiento de individualismo en la sociedad, con el cual una persona puede sentirse sola porque no se trabajan los vínculos con otras, sino que, por el contrario, supone "pisarlas" para ascender a lo más alto. El artista Edward Hopper (1924-1967) retrató la soledad que se vivía en la sociedad americana capitalista del siglo XX en algunos de sus cuadros:




Siguiendo con el ejemplo de la joven de Conectados, ella utilizaba el móvil a todas horas, hasta el punto de que su madre la castigaba prohibiéndole usarlo. No obstante, esto no la pararía y utilizaba el de sus amigas para conectarse a las redes.


A continuación, en el documental se veía como un grupo jóvenes acudían a una terapia en la que un experto les hacia preguntas acerca de su adicción a internet y acababan reconociendo sus problemas. El objetio de esta terapia era reducir el consumo y controlar la utilización del teléfono móvil y, por ello, se les reta a estar un tiempo sin utilizarlo.

En último lugar, opino que realmente existe un problema en torno al móvil pero quizás se podría haber planteado de otra forma la afirmación: en vez de "somos adictos al móvil" podrían haber encontrado el problema en las propias tecnologías y no en las personas, por ejemplo, declarando que "los móviles producen adicción". Creo que las personas no son culpables de la adicción, sino que no saben utilizar adecuadamente estas tecnologías básicamente porque no se les ha enseñado, teniendo como consecuencia su utilización sin control alguno. Por otra parte, se hace demasiado hicapié en las horas que pasamos con el móvil y no tanto en para qué lo utilizamos. Si le damos un correcto uso, sobre todo en el caso de las personas más vulnerables (niños y niñas), no debería haber tanto problema con el tiempo. Opino que es más relevante para qué utilizan las tecnologías y si realmente suponen un aprendizaje o un mero entretenimiento. Asimismo, el pasar muchas horas trabajando, chateando o navegando con el móvil no significa necesariamente que haya adicción, sino que esta comienza cuando pasamos demasiado tiempo con él dejando de ser conscientes de la realidad que nos rodea.

viernes, 27 de abril de 2018

Ciudadanía digital: ¿on-line u off-line?

Para continuar con el taller de ciudadanía digital, se nos ha propuesto pensar en 3 situaciones en las que nos encontramos "on-line", esto es, cuando hacemos uso de las nuevas tecnologías, y tres en las que estamos "off-line", que componen los momentos en que hay ausencia de dichas tecnologías.

Muchas veces no nos paramos a pensar en lo dominados que nos encontramos por las nuevas tecnologías, muchas veces parece que el desprenderse de ellas cuesta un mundo y, sin embargo, realmente no llevan tanto tiempo entre nosotros/as. En mi caso, creo que paso muchas horas frente a una pantalla y gran parte del tiempo lo paso sin ser consciente de lo que hago. De hecho, me distraigo a menudo y, cuando estoy con el móvil, por ejemplo, enseguida me meto a aplicaciones de redes sociales y al cabo de un rato me doy cuenta del tiempo que pierdo. En el ordenador me ocurre que muchas veces tengo que ponerme a trabajar y, para ello, suelo poner música en la plataforma de Youtube, pero acabo siempre viendo vídeos recomendados y uno lleva al otro, y el otro a otro y, así, sucesivamente. 

Como experiencia, debo decir que hace dos años se me estropeó el móvil en verano, pero, aprovechando la situación, me propuse no comprarme ninguno durante dos semanas para ver qué suponía eso para mí. Al principio me costó bastante y cuando me despertaba por las mañanas siempre lo buscaba y estuve utilizando un reloj despertador, que estoy acostumbrada a tener en el propio móvil. Asimismo, para quedar con amigas tenía que recurrir al teléfono fijo, tal y como se hacía hace unos años. También me comunicaba a través de redes sociales que utilizaba desde el ordenador, pero cuando quedaba en sitios les hacía prometer que llegarían pronto porque si no me encontraba insegura esperando, puesto que la incomunicación me hacía sentir desprotegida. Al cabo de una semana ya me acostumbré y me sentía por una parte libre porque no tenía que estar pendiente de nada ni de nadie, sólo me preocupaba por la realidad inmediata que yo vivía y fue una experiencia muy satisfactoria. El hecho de que podríamos vivir así como se hacía hasta hace unos años sería hoy impensable para muchas personas. La sociedad ha cambiado muy rápidamente y casi se nos exige que estemos conectados a la red permanentemente, que siempre seamos accesibles y el móvil no se despegue de nosotros/as. Por ello, podría ser muy complicado ahora plantearse volver a vivir como antes. Obviamente las nuevas tecnologías nos han facilitado la vida en muchos aspectos, pero también creo que nos ha condenado a la esclavitud. Me acuerdo que una vez en clase, nuestra compañera Nekane nos contó que en unas prácticas que hizo, los niños y niñas de dos años estaban tan acostumbrados/as a las pantallas táctiles que, en cuanto les daban un juguete tradicional, el primer gesto que hacían para explorarlo era el movimiento de dedo para deslizar la pantalla en el juguete y comprobar si es "táctil" en ese sentido. Me parece una situación muy preocupante y deberíamos estar alerta porque no son sólo beneficios lo que traen las nuevas tecnologías a pesar de su atractivo, sino también grandes dependencias, olvidándonos del resto del mundo.



En cuanto a mi día a día, estas son 3 de las situaciones en las que me encuentro on-line:
  1. Cuando utilizo el teléfono móvil, que viene a ser una gran parte del día. Siempre lo tengo a mano y, en cuanto tengo un rato libre, lo primero que hago es comprobar los mensajes o meterme en redes sociales. Incluso lo he llegado a utilizar en clase varias veces, pero es algo que estoy tratando de evitar últimamente, dejándolo siempre en la mochila. El móvil es casi como un compañero de vida más, lo utilizo para todo. Ya por la mañana funciona como ordenador, pongo vídeos para desayunar, en el coche voy con música, hablo con mi entorno a través del móvil, etc. En muchas ocasiones, aunque no debería ser así, se utiliza el móvil para evitar situaciones incómodas con otras personas, siendo un recurso que siempre se utiliza como excusa para no establecer una conversación o para hacer ver que estás ocupado y hacer que otras personas no piensen que vives en soledad, cuando te encuentras solo en una cafetería por ejemplo.
  2. La siguiente situación se da cuando estoy estudiando en casa, que utilizo el ordenador para hacer resúmenes, trabajos, meterme en e-gela y otras plataformas universitarias, etc. También acostumbro a llevar también a clase. Siempre que estoy con el ordenador, es inevitable que ponga música también.
  3. Cuando me voy a dormir, siempre tengo que ver primero un capítulo de la serie que estoy viendo, porque es el mejor momento para disfrutarlas en mi opinión.
Por otro lado, opino que es muy necesario tener un rato al día para dedicartelo exclusivamente a ti mismo y a las personas cercanas, lejos de las tecnologías, como en las siguientes situaciones en las que me encuentro off-line:

  1. Cuando dibujo. Para desestresarme y encontrar "paz interior", me gusta sentarme y dibujar. Es una actividad que encuentro muy placentera y me relaja. En todo ese tiempo, en el cual me puedo pasar horas, suelo apagar el móvil y busco algún CD (que no sé si se considera como estar on-line) y, con la música y el dibujo me evado y paso el rato conmigo misma.  
  2. Cuando me echo la siesta o definitivamente me voy a dormir. Soy una persona a la que le gusta mucho dormir y holgazanear, por lo que también paso mucho tiempo off-line.
  3. Cuando estoy con la familia, pareja o amigas. Aunque todos y todas utilicemos el móvil es muchas ocasiones, hay situaciones clave en el que nos olvidamos de él y otras nuevas tecnologías como a la hora de las comidas o cenas, o cuando nos encontramos en un viaje. En ese momento nunca utilizamos el móvil y siempre aprovechamos para conversar, interesarse por las otras personas, pasarlo bien y reforzar vínculos.

Como he dicho antes, a veces estamos demasiado enganchados de la tecnología y se nos olvida disfrutar de verdaderos momentos importantes. Nuestra compañera Saioa compartió un artículo que declara que hay una nueva moda que consiste en desconectarse totalmente de internet. Esta práctica la llevan a cabo personas cansadas de la vida virtual y lo que trae consigo como por ejemplo la adicción. Creo que es una decisión muy legítima y una forma de disidencia a las tecnologías que tratan de dominarnos. Sin embargo, para mí personalmente creo que sería muy extremo porque dependo mucho de las nuevas tecnologías, especalmente para mis estudios, por lo que hoy por hoy lo veo inconcebible, pero no lo descarto totalmente en un futuro. 

Finalmente, me gustaría compartir un vídeo musical de Moby & The Void Pacific Choir, titulado Are you Lost in the World like Me?, que muestra lo dependientes que somos de las tecnologías y de la opinión pública:

domingo, 22 de abril de 2018

Artefacto (makey-makey)

En esta entrada os voy a hablar del proyecto que hemos estado trabajando por grupos durante el taller de género. Como grupo Kroxer, hemos construido un artefacto utilizando la tecnología del makey-makey go, que nos propuso Aingeru. 

En nuestro grupo, quisimos tratar el tema de la feminización de la profesión docente (que he comentado en entradas anteriores), analizando los prejuicios de la sociedad hacia los docentes hombres, mujeres o aquellos que se salen de lo socialmente esperados de ellos/as. Para ello, se nos ocurrió diseñar un artefacto que pudiera reflejar múltiples realidades docentes. Se basaba en tres cubículos giratorias puestos unos encima de otros. Y en dos de los lados del cubo había una imagen, que al combinar las de los 3 cuadrados, formaban un cuerpo. Esta idea está basadda en parte en una actividad que hicimos en la asignatura de arte el año pasado, llamada "un cadáver exquisito". Para conocer más información de esta actividad, comparto aquí la descripción de Wikipedia. En un cubículo había dos rostros: uno masculino y otro femenino. En el siguiente, una bata y una camiseta que dejaba ver tatuajes. Finalmente, en otro había unos pantalones vaqueros y una falda. En total, calculamos que podían salir 8 combinaciones diferentes, algunas muy normalizadas y otras bastante controvertidas. En el proyecto final, quisimos añadir los cubículos sin seguir un orden lógico porque nos parecía muy interesante, pues no invitaba a pensar y no dejaba tan clara nuestra intención.

En siguiente lugar, fuimos a las calle con diferentes combinaciones en imágenes y preguntamos a las personas qué les parecían las diferentes combinaciones a través de la pregunta: ¿Qué pensaria de este/a docente si fuese profesor de su hij@/niet@ en Educación Infantil? Nos sorprendimos mucho, porque la mayoría de personas seguían teniendo muchos prejuuicios hacia los/as profesores/as que se salen de lo común e incluso a los propios hombres como docentes, especialmente las personas de mayor edad. Parecía que había mayor tolerancia entre los jóvenes. En cuanto a los docentes varones, muchas personas se negaban porque sentían que no era seguro para sus niños/as ya que habían salido muchos casos de abusos. Respecto a los tatuajes, la mayoría no estaba a favor porque consideraban que podían asustar a los niños y a las niñas y no constituían un buen modelo, pues los asociaban a la delincuencia. Respecto a la falda, tampoco se veía bien que ningún profesor o profesora la llevase por tema de comodidad, pero en especial los hombres porque se excusaban diciendo que aún eran personas muy "conservadoras en ese sentido" y no podían tolerar a un docente varón que vistiese de mujer.  Fueron respuestas bastante impactantes que realmente nos dolieron en algunos casos, pero evitamos indignarnos tratando de ser objetivas durante la entrevista. Es preciso decir que durante la entrevista, sólo estábamos las chicas para evitar que las personas no quisieran exponer su verdadera opinión y ofender a nuestro compañero Pablo. Tampoco se encontraba Naiara porque su rostro era también la otra imagen del artefacto.

Este fue uno de los bocetos iniciales de nuestra idea:



Este fue el proceso de creación:





Y este el resultado final:



Durante la presentación, escogimos una persona voluntaria que debía hacer girar el artefacto a su gusto teniendo en mano el cable de tierra y pulsando en un extremo al terminar la combinación. En cada combinación se escuchaba una declaración distinta de la entrevista. Esta presentación no obtuvo el resultado que deseábamos porque no habíamos tenido tiempo suficiente para organizar y montar bien todo lo que teníamos, pero sí que transmitió la idea que queríamos representar y todas las compañeras de clase la entendieron muy bien e incluso también mostraron indignación. Nos gustó que suscitara reacciones.

Creo que al final hicimos un buen trabajo, a pesar de que el proceso a veces fuera frustrante y tuviéramos que reflexionar mucho tiempo para dar con una idea que nos gustase, descartando muchas otras por el camino. Considero que las presentaciones del resto de grupos fueron muy interesantes y todos y todas supimos darle un enfoque diferente y reflexivo. Creo que tod@s tuvimos que aprender a utilizar el recurso del makey-makey y el programa scratch, que desconocíamos y a veces nos costaba entender, pero finalmente lo conseguimos y con resultados muy satisfactorios. Estas son algunas de las imágenes de la presentación de otros grupos, que trataban el tema del techo de cristal en la desigualdad de género y las identidades de género:



En el siguiente enlace se encuentra  el vídeo de nuestra presentación: https://drive.google.com/open?id=19gO-92zFmadGHYdcTFkkMDh2ayD7A5bN

domingo, 15 de abril de 2018

Mapeo: relacionando ideas

En esta entrada, nos han pedido que hagamos una relación entre ideas de diferentes textos que hemos tratado en este segundo taller acerca del género. Para ello, nos hemos dividido en grupos y cada uno ha hecho su mapeo, estableciendo los vínculos para aclarar las ideas aprendidas. Nuestro grupo, KROXER (formado por Naiara, Pablo, Lucía, Lamy y yo), hemos realizado un prezi conjuntamente, en el cual hemos añadido las ideas principales. Para acceder a él, podéis hacer click en el siguiente enlace: https://prezi.com/view/c5sMeAn5gouSYqY0sByd/



En mi primer lugar, hemos identificado los 4 conceptos o temas principales que engloban los textos.
La masculinidad hegemónica es el concepto del que partimos, tras haber leído el texto titulado Códigos de Masculinidad Hegemónica en Educación, de Enrique Javier Díez Gutiérrez. Así, hemos señalado los dos tipos que existen: externa e interna. Asimismo, dentro de ella se encuentra su reflejo en el ámbito educativo. A continuación, hemos recogido la idea de deconstruir estas masculinidades hegemónicas y, finalmente, hemos ofrecido una conclusión personal acerca de qué podemos hacer nosotros/as como futuros/as docentes.

Esta idea la hemos unido con la siguiente: el género en educación infantil, es decir, cómo se perciben los ditintos géneros y cuál es el que más presencia tiene en la etapa. Para ello, hemos utilizado ideas del texto ¿Cómo aprendes a ser maestra? Repensar el género en la Educación Infantil, de Estíbaliz Aberasturi Apraiz y Jose Miguel Correa Gorospe. Hemos vinculado la idea con la película "La Caza" por medio de una pregunta abierta que invita a la reflexión. Para concluir, hemos establecido una conexión entre este texto y el de La feminización de la profesión docente o el letal efecto del patriarcado, de Jose Luis Medina, señalando cómo la sociedad tradicionalmete percibe que la profesión docente, especialmente en etapas tampranas, requiere de virtudes "femeninas". Asimismo, dicho texto lo hemos empleado para vincularlo con el siguiente punto: la identidad, que culturalmente se ha dividido en lo masculino y en lo femenino respecto al género. Este concepto de identidad también lo hemos abordado desde una visión filosófico, extrayendo ideas de Beatriz Preciado. También hemos querido relacionar esta lectura con la transexualidad, para la cual hemos recogido planteamientos de la escuela para trabajarla en las aulas del texto Nos empezamos a conocer unos a otros de Maiya Jackson. Por otra parte, hemos vuelto a recurrir al recurso de la pregunta abierta en relación con la película de "Laurence Anyways". 

En último lugar, todos estos planteamientos los relacionamos con los términos que nos han parecido más relevantes del Glosario de términos Emakunde. Para ello, hemos recogido las definiciones con connotación negativa de androcentrismo y discriminación múltiple. De esta manera, hemos distinguido entre qué términos  hay que conseguir (igualdad de oportunidades e igualdad de trato) y con cuál hay que hacerlo (empoderamiento).

Este establecimiento de relación de ideas nos ha ayudado a solidificar nuestros aprendizajes y a entender su complejidad.

sábado, 17 de marzo de 2018

Maestr@ en Educación Infantil

En esta entrada quiero comentar otro artículo acerca del género del profesorado en Educación Infantil, que tiene gran relación con la entrada anterior sobre la feminización de la profesión docente. Este artículo se titula ¿Cómo aprendes a ser maestra?. Repensar el género en la Educación Infantil de Estibaliz Aberasturi Apraiz y Jose Miguel Correa Gorospe. 

Los autores explican que mediante su investigación pretenden mostrar cómo la escuela transmite regímenes hegemónicos de masculinidad y feminidad, teniendo como resultado que los docentes construyan su propia identidad en la etapa de educación infantil. Explican que más del 90% de los docentes de esta etapa son mujeres y muchas veces no nos planteamos por qué ya que resulta difícil problematizar aquello que ya está tan socialmente interiorizado y naturalizado.

De esta forma, exponen cómo los docentes varones se sienten desprotegidos y constantemente bajo sospecha: la sociedad no cree que encajen en ese ámbito, o son perversos o heterosexualmente sospechosos. Esto provoca reacciones en las familias, que no confían en ellos ni en sus capacidades y tienen miedo de desprenderse de sus hijos/as, pensando que no van a estar bien atendidos. De esta manera, los profesores sienten la amenaza de ser denunciados o castigados ante la mínima sospecha, lo cual repercute en su trabajo negativamente como, por ejemplo, en las relaciones de afectividad con los niños y las niñas, a quienes tiene pudor de acercarse demasiado por miedo a las malinterpretaciones. En muchas ocasiones, el contacto corporal y la afectividad o el cariño está casi ausente. Según Aberasturi y Correa, actualmente se le da mucha importancia al trabajo de la igualdad, la interculturalidad, la inclusión (...) en las aulas y, consecuentemente, hay que ser coherente entre lo que se predica y lo que se hace. No es posible evolucionar ni progresar si se acepta una educación infantil femenina que permita que permanezca en nuestra cultura la profesión docente como una de cuidado asignada a mujeres.

Por otra parte, me gustaría rescatar la frase de uno de los entrevistados, Jon Ander, quien explica que: "los niños y las niñas de aula de infantil necesitan muchas veces cariño y si se lo das siendo hombre o mujer, al niño/a le da igual, lo que le importa es que su necesidad quede cubierta". Evidentemente, los prejuicios son problema de los adultos y nadie nace con ellos, por ello, nuestro objetivo es evitar que se reproduzcan en los pequeños/as ofreciendo nuevos modelos.

Al igual que en la entrada anterior, me reafirmo y pienso lo que se defiende en el artículo: que es muy importante que en las aulas haya presencia de figuras masculinas referentes para normalizar la situación y evitar prejuicios en las futuras generaciones, como los que se vieron en la película "La Caza" hacia el maestro, que, de haber sido mujer, no habría sufrido esa persecución.

Del mismo modo, la mujer también sufre las consecuencias de esta feminización porque se le asigna socialmente tan sólo la función de cuidado y crianza, sin considerse las tareas de aprendizaje a través del juego que tan importantes son en la educación infantil. Las mujeres que se sobresalen de la norma establecida son discriminadas. Así pues, "la identidad masculina se asume y se relaciona con cargos de poder y liderazgo; y la femenina con sumisión y sometimiento".

Finalmente, creo que lo primero que debemos hacer es darnos cuenta de la situación y ser conscientes que no es justa y es necesario una transformación para transmitir verdaderamente a los niños diferentes modelos que no perpetúen los roles de género.