Para continuar con el taller de ciudadanía digital, se nos ha propuesto pensar en 3 situaciones en las que nos encontramos "on-line", esto es, cuando hacemos uso de las nuevas tecnologías, y tres en las que estamos "off-line", que componen los momentos en que hay ausencia de dichas tecnologías.
Muchas veces no nos paramos a pensar en lo dominados que nos encontramos por las nuevas tecnologías, muchas veces parece que el desprenderse de ellas cuesta un mundo y, sin embargo, realmente no llevan tanto tiempo entre nosotros/as. En mi caso, creo que paso muchas horas frente a una pantalla y gran parte del tiempo lo paso sin ser consciente de lo que hago. De hecho, me distraigo a menudo y, cuando estoy con el móvil, por ejemplo, enseguida me meto a aplicaciones de redes sociales y al cabo de un rato me doy cuenta del tiempo que pierdo. En el ordenador me ocurre que muchas veces tengo que ponerme a trabajar y, para ello, suelo poner música en la plataforma de Youtube, pero acabo siempre viendo vídeos recomendados y uno lleva al otro, y el otro a otro y, así, sucesivamente.
Como experiencia, debo decir que hace dos años se me estropeó el móvil en verano, pero, aprovechando la situación, me propuse no comprarme ninguno durante dos semanas para ver qué suponía eso para mí. Al principio me costó bastante y cuando me despertaba por las mañanas siempre lo buscaba y estuve utilizando un reloj despertador, que estoy acostumbrada a tener en el propio móvil. Asimismo, para quedar con amigas tenía que recurrir al teléfono fijo, tal y como se hacía hace unos años. También me comunicaba a través de redes sociales que utilizaba desde el ordenador, pero cuando quedaba en sitios les hacía prometer que llegarían pronto porque si no me encontraba insegura esperando, puesto que la incomunicación me hacía sentir desprotegida. Al cabo de una semana ya me acostumbré y me sentía por una parte libre porque no tenía que estar pendiente de nada ni de nadie, sólo me preocupaba por la realidad inmediata que yo vivía y fue una experiencia muy satisfactoria. El hecho de que podríamos vivir así como se hacía hasta hace unos años sería hoy impensable para muchas personas. La sociedad ha cambiado muy rápidamente y casi se nos exige que estemos conectados a la red permanentemente, que siempre seamos accesibles y el móvil no se despegue de nosotros/as. Por ello, podría ser muy complicado ahora plantearse volver a vivir como antes. Obviamente las nuevas tecnologías nos han facilitado la vida en muchos aspectos, pero también creo que nos ha condenado a la esclavitud. Me acuerdo que una vez en clase, nuestra compañera Nekane nos contó que en unas prácticas que hizo, los niños y niñas de dos años estaban tan acostumbrados/as a las pantallas táctiles que, en cuanto les daban un juguete tradicional, el primer gesto que hacían para explorarlo era el movimiento de dedo para deslizar la pantalla en el juguete y comprobar si es "táctil" en ese sentido. Me parece una situación muy preocupante y deberíamos estar alerta porque no son sólo beneficios lo que traen las nuevas tecnologías a pesar de su atractivo, sino también grandes dependencias, olvidándonos del resto del mundo.
En cuanto a mi día a día, estas son 3 de las situaciones en las que me encuentro on-line:
- Cuando utilizo el teléfono móvil, que viene a ser una gran parte del día. Siempre lo tengo a mano y, en cuanto tengo un rato libre, lo primero que hago es comprobar los mensajes o meterme en redes sociales. Incluso lo he llegado a utilizar en clase varias veces, pero es algo que estoy tratando de evitar últimamente, dejándolo siempre en la mochila. El móvil es casi como un compañero de vida más, lo utilizo para todo. Ya por la mañana funciona como ordenador, pongo vídeos para desayunar, en el coche voy con música, hablo con mi entorno a través del móvil, etc. En muchas ocasiones, aunque no debería ser así, se utiliza el móvil para evitar situaciones incómodas con otras personas, siendo un recurso que siempre se utiliza como excusa para no establecer una conversación o para hacer ver que estás ocupado y hacer que otras personas no piensen que vives en soledad, cuando te encuentras solo en una cafetería por ejemplo.
- La siguiente situación se da cuando estoy estudiando en casa, que utilizo el ordenador para hacer resúmenes, trabajos, meterme en e-gela y otras plataformas universitarias, etc. También acostumbro a llevar también a clase. Siempre que estoy con el ordenador, es inevitable que ponga música también.
- Cuando me voy a dormir, siempre tengo que ver primero un capítulo de la serie que estoy viendo, porque es el mejor momento para disfrutarlas en mi opinión.
- Cuando dibujo. Para desestresarme y encontrar "paz interior", me gusta sentarme y dibujar. Es una actividad que encuentro muy placentera y me relaja. En todo ese tiempo, en el cual me puedo pasar horas, suelo apagar el móvil y busco algún CD (que no sé si se considera como estar on-line) y, con la música y el dibujo me evado y paso el rato conmigo misma.
- Cuando me echo la siesta o definitivamente me voy a dormir. Soy una persona a la que le gusta mucho dormir y holgazanear, por lo que también paso mucho tiempo off-line.
- Cuando estoy con la familia, pareja o amigas. Aunque todos y todas utilicemos el móvil es muchas ocasiones, hay situaciones clave en el que nos olvidamos de él y otras nuevas tecnologías como a la hora de las comidas o cenas, o cuando nos encontramos en un viaje. En ese momento nunca utilizamos el móvil y siempre aprovechamos para conversar, interesarse por las otras personas, pasarlo bien y reforzar vínculos.
Como he dicho antes, a veces estamos demasiado enganchados de la tecnología y se nos olvida disfrutar de verdaderos momentos importantes. Nuestra compañera Saioa compartió un artículo que declara que hay una nueva moda que consiste en desconectarse totalmente de internet. Esta práctica la llevan a cabo personas cansadas de la vida virtual y lo que trae consigo como por ejemplo la adicción. Creo que es una decisión muy legítima y una forma de disidencia a las tecnologías que tratan de dominarnos. Sin embargo, para mí personalmente creo que sería muy extremo porque dependo mucho de las nuevas tecnologías, especalmente para mis estudios, por lo que hoy por hoy lo veo inconcebible, pero no lo descarto totalmente en un futuro.
Finalmente, me gustaría compartir un vídeo musical de Moby & The Void Pacific Choir, titulado Are you Lost in the World like Me?, que muestra lo dependientes que somos de las tecnologías y de la opinión pública:
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